Analizar las ciudades como organismos vivos

Un mundo sostenible y circular solo puede lograrse entendiendo las ciudades como organismos vivos en los que puede medirse su salud, mediante lo que puede denominarse diagnóstico urbano o escaneo urbano. Al medir y mejorar el metabolismo de las ciudades, podemos reducir la dependencia de los recursos (entrada) y la generación de residuos (salida), eliminando así los bucles de retroalimentación negativa que impulsan las vulnerabilidades estructurales actuales.

En los últimos años, la disponibilidad de datos ha aumentado con la digitalización de casi todos los aspectos de la vida urbana. A pesar de esta tendencia, muchas ciudades siguen siendo una "caja negra" en la que es casi imposible rastrear los flujos (tanto de entrada como de salida) y los procesos seguidos por los recursos. La falta de colaboración entre los distintos agentes de las ciudades dificulta enormemente la comprensión de las interacciones que se producen a un nivel más holístico.

Hacer que el uso de materiales y energía de una ciudad sea (más) circular requiere una colaboración intersectorial que permita comprender mejor el metabolismo de la ciudad y conduzca a una mayor armonía en toda la ciudad.

Cada agente debe asumir la propiedad de los recursos utilizados y deben crearse vínculos entre los recursos y el entorno circundante. Para ello, los gobiernos municipales están bien situados para desempeñar el papel de convocantes entre los actores privados y públicos.

La exploración urbana es una herramienta clave para resolver los retos planteados. Se basa en el análisis y diagnóstico de nuestros 7 Pilares de la Economía Circular: flujos de materiales, consumo y producción de energía, uso del agua, biodiversidad, acceso cultural, salud y bienestar y creación de valor. Al vincular estos temas con sus principales retos (y las métricas asociadas a ellos), podemos evaluar rápidamente la salud de una ciudad o región y, por tanto, encontrar las soluciones o intervenciones necesarias. Este diagnóstico basado en datos nos ayuda a comprender una ciudad no sólo en valores absolutos, sino también en comparación con otras ciudades.

El caso de Charlotte, NC, Estados Unidos

En 2018, Metabolic desarrolló un escáner urbano para convertir Charlotte, Carolina del Norte (Estados Unidos), en una ciudad circular. Gracias a este trabajo, ahora hay cinco veces más negocios circulares en Charlotte, lo que se traduce en una desviación del 15% de los residuos del vertedero, 492 nuevos puestos de trabajo y 34 millones de dólares en ingresos. Además, dio lugar a la creación de un Granero de la Innovación que muestra prácticas circulares en acción.

Los casos de Milán, Ámsterdam, París, Cluj-Napoca y Vejle

Durante el proyecto REFLOW de Horizonte 2020, Metabolic realizó una exploración del metabolismo urbano para un flujo diferente en cada una de las cinco ciudades piloto: Milán, Ámsterdam, París, Cluj-Napoca y Vejle. En Ámsterdam, se estudió la cadena de valor textil y del proyecto surgieron intervenciones circulares (por ejemplo, batas médicas reutilizables, Swapshop) en las que participaron multitud de partes interesadas de toda la cadena de valor. Las asociaciones y el análisis condujeron a la reducción potencial de 6.000 toneladas de CO2-eq a lo largo del ciclo de vida de los textiles en caso de que ambas soluciones se ampliaran durante un periodo de cinco años.

Descubra más, incluidas otras contribuciones de organizaciones líderes en la Guía de Soluciones para las Ciudades

Iniciativa Soluciones para las Ciudades