Bertrand Piccard presenta Climate Impulse

Nacido de la herencia de la Fundación Solar Impulse y llevándola más allá, Climate Impulse quiere mostrar tecnologías concretas que pueden revolucionar la industria de la aviación, y el sector de la movilidad en general.

Tras lograr las primeras circunnavegaciones del globo en globo y, más recientemente, en avión solar, el explorador suizo Bertrand Piccard desvela su nuevo proyecto sin emisiones: un avión ecológico propulsado por hidrógeno para dar la vuelta a la Tierra sin escalas, demostrando cómo soluciones concretas pueden ayudar a construir un mundo más limpio y eficiente. Con la empresa científica Syensqo como socio principal de esta aventura tecnológica, medioambiental y humana, se traspasarán los límites de la innovación para permitir el desarrollo del avión, construido en Francia por el ingeniero y navegante Raphaël Dinelli.

Climate Impulse prevé realizar en 2028 la primera vuelta al mundo sin escalas en un avión ecológico propulsado por hidrógeno, con la empresa científica Syensqo como socio principal. Tras dos años de investigación, desarrollo y diseño con el apoyo de Airbus, Daher, Capgemini y la participación del Grupo Ariane, ha comenzado la construcción del avión, que durará dos años bajo la dirección de Raphaël Dinelli, ingeniero de materiales compuestos y navegante. Tras otros dos años de pruebas, este avión único intentará dar la vuelta al Ecuador sin escalas con los pilotos Bertrand Piccard y Raphaël Dinelli. Una aventura de acción por el clima que pretende devolver la confianza en las soluciones tecnológicas para el bien común.

Más que un vuelo, Climate Impulse es un buque insignia medioambiental que aspira a desempeñar su papel para revolucionar el sector de la aviación y más allá, mostrando el camino hacia la sostenibilidad global a través de soluciones innovadoras en áreas tradicionalmente consideradas difíciles de descarbonizar.

Climate Impulse representa un gran avance tecnológico. Además de la producción de hidrógeno verde a partir de energías renovables, y de su utilización mediante pilas de combustible para alimentar motores eléctricos, el mayor reto consiste en mantener el hidrógeno líquido a -253°C durante unos nueve días de vuelo. Esto requerirá innovaciones revolucionarias en la creación de depósitos térmicos adaptados, abriendo nuevos horizontes en la tecnología aeronáutica. La colaboración con Syensqo permitirá a Climate Impulse desarrollar estos sistemas de vanguardia.

Climate Impulse, un nuevo proyecto en un linaje de exploración de la sostenibilidad

La última aventura de Bertrand Piccard fue Solar Impulse, la vuelta al mundo sin precedentes en avión propulsado por energía solar en 2016. Una hazaña con un fin medioambiental, en línea directa con las de su abuelo Auguste, el médico que inventó la cápsula presurizada para explorar la estratosfera, y su padre Jacques, el oceanógrafo que llevó su batiscafo al fondo de la fosa de las Marianas.

El día de su anuncio en 2004, Solar Impulse era un símbolo basado en la intuición de que las energías renovables y las soluciones cleantech podían alcanzar objetivos medioambientales considerados imposibles. Desde entonces, más de 1'500 soluciones eficientes han sido identificadas y etiquetadas por la Fundación Solar Impulse, certificando su beneficio medioambiental y su viabilidad económica.

Nacido de esta herencia y llevándola más allá, Climate Impulse quiere mostrar tecnologías concretas que pueden revolucionar la industria de la aviación, y el sector de la movilidad en general.

"En este mundo lleno de ansiedad ecológica, tenemos que devolver la esperanza y estimular la acción demostrando soluciones disruptivas que conduzcan al progreso sostenible. Más que dar la vuelta al mundo con un avión de hidrógeno, Climate Impulse explorará nuevas formas de pensar y actuar para promover una mejor calidad de vida", afirma Bertrand Piccard, "Las soluciones eficientes unirán a la gente, desde ciudadanos y activistas medioambientales hasta líderes políticos y empresariales, cambiando la narrativa del sacrificio y el miedo al entusiasmo y la acción".

Un reto posible gracias a la experiencia y los conocimientos tecnológicos de Syensqo

Syensqo (anteriormente parte de Solvay) fue el primer y principal socio tecnológico que se asoció con Bertrand Piccard hace casi 20 años con el vuelo Solar Impulse. Esta vez de nuevo, Syensqo pondrá su amplia experiencia y su poder de innovación al servicio de la aventura permitiendo la fabricación del avión con materiales a medida.

Los materiales compuestos, películas y aditivos de Syensqo serán cruciales para la fabricación de toda la estructura del avión de hidrógeno, desde su fuselaje hasta las alas y los depósitos de hidrógeno. Aportarán ligereza, además de propiedades mecánicas y térmicas. En cuanto al hidrógeno ecológico, los materiales de alto rendimiento de la empresa (para membranas de intercambio de protones y aglutinantes para electrodos de la pila de combustible) serán elementos clave para conferir una densidad de potencia y una eficiencia excepcionalmente altas, permitiendo además un diseño más compacto del avión.

"Estamos encantados de formar parte de este vuelo definitivo, una vuelta al mundo sin escalas y con cero emisiones alimentada por hidrógeno verde. Nuestros 13.200 empleados de Syensqo' están orgullosos de formar parte de esta aventura humana, medioambiental y científica, mostrando el poder de sus innovaciones sostenibles que impulsarán la neutralidad de carbono para nuestros clientes y harán avanzar a la humanidad", afirma Ilham Kadri, CEO de Syensqo.

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