Financiación de demostradores preindustriales

Para abogar por políticas y leyes ecológicas que promuevan la adopción de soluciones de tecnologías limpias, es fundamental contar con argumentos empresariales sólidos. Este artículo, que forma parte de una serie sobre promoción eficaz en Suiza, hace hincapié en la necesidad de contar con casos empresariales de éxito que demuestren la viabilidad y el potencial de las tecnologías limpias. La financiación de demostradores preindustriales desempeña un papel clave en la creación de estos casos de negocio, ya que permite a las nuevas empresas y PYME de tecnologías limpias establecer plantas de referencia y producción pre-serie que muestren la eficacia y viabilidad económica de sus tecnologías. Al destacar la importancia de la financiación de demostradores, este artículo contribuye al objetivo general de abogar por políticas que beneficien la adopción de tecnologías limpias en Suiza.

Las nuevas empresas y PYME de tecnologías limpias de Suiza tienen dificultades para crear plantas de referencia/demostradores preindustriales o para realizar preseries antes de la producción en serie. Una de las dificultades es el elevado coste de construcción de la primera unidad de instalación a escala industrial, o de los primeros productos antes de pasar a una producción sistemática o a líneas de producción más grandes. La inversión puede costar fácilmente varias decenas de millones, y antes de que se generen ventas o ingresos significativos.

Se trata de una cuestión importante, ya que ralentiza todo el proceso de implantación a gran escala de las tecnologías limpias. De hecho, esta fase es una verdadera puerta de entrada a la credibilidad ante los agentes de la industria. Este fenómeno es bien conocido en el caso de los proyectos de infraestructuras y nuestros colegas del Reino Unido lo llaman incluso el Doble Valle de la Muerte.

En Francia y en Estados Unidos, los programas de cofinanciación a nivel regional o nacional apoyan las instalaciones preindustriales. Israel está trabajando para abordar este problema con programas e instrumentos específicos como el Cleantech Growth Fund o programas piloto con empresas estatales.

Suiza se enfrenta a un verdadero reto con el "concepto de Ordnungspolitik" que impide que los programas de financiación inviertan cantidades significativas de dinero público (financiación de hasta 8 dígitos) en pocas grandes instalaciones preindustriales, argumentando que debería financiarse en su totalidad con dinero privado. Eric Plan, Secretario General de Cleantech Alps, ve una gran oportunidad para Suiza en la reformulación de su marco jurídico, pero para él:

"El principal cuello de botella sigue estando en los responsables de la toma de decisiones, que siempre apuestan por las empresas y no están dispuestos a asumir el riesgo de apostar por unas cuantas nuevas empresas prometedoras. Nuestra cultura sigue sin fomentar las decisiones que conllevan riesgo... ¡que tienen la posibilidad de fracasar!".

Los actuales instrumentos financieros a disposición de las empresas que desarrollan soluciones de tecnologías limpias en Suiza no son los adecuados para apoyar la industrialización y el despliegue masivo. Hay una clara falta de un instrumento que proporcione dinero paciente para inversiones en infraestructuras y procesos de producción, lo que es esencial para el crecimiento del sector. Para resolver este problema, es necesario fomentar más el diálogo y los intercambios entre los distintos agentes del amplio mundo de la inversión, tanto del sector privado como del público. Al desbloquear las sinergias potenciales entre las empresas de tecnologías limpias y sus clientes, Suiza puede colmar el déficit de financiación y acelerar la industrialización y el despliegue masivo de soluciones de tecnologías limpias. Esto no sólo refuerza la viabilidad de las tecnologías limpias, sino también la defensa de las políticas y la legislación ecológicas. Superando los retos y reformulando el marco jurídico para acoger empresas prometedoras, Suiza puede posicionarse como líder en innovación en tecnologías limpias y asumir cada vez más su agenda 2030.