Noticias - 4 de septiembre de 2023

El arte de adaptar la ley

Escrito por Swisscleantech 2 min lectura

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El progreso está impulsado por la innovación, pero a veces ésta se ve frenada por las leyes. Por ejemplo, la ley sobre el tratamiento de residuos prescribe detalladamente cómo deben tratarse. Los residuos biogénicos, por ejemplo, sólo pueden fermentarse, no incinerarse. Sin embargo, ¿qué pasaría si se desarrollara un nuevo proceso que hiciera parecer más apropiado otro tipo de uso?

Es cierto que la ley se redactó con sumo cuidado y utilizando los conocimientos disponibles en aquel momento. Hoy, sin embargo, con las nuevas posibilidades tecnológicas, la ley que se redactó en su momento para promover un uso con sentido, se convierte en todo lo contrario y se convierte en un freno a la innovación.

Por lo tanto, a la hora de redactar o modificar leyes, debemos preguntarnos siempre cómo debe diseñarse una ley para permitir e incluso fomentar la innovación.

En nuestra opinión, tiene sentido partir de una perspectiva liberal. Esto parte de un análisis beneficio/daño. Cada vez que la acción de una empresa o un particular provoca un daño al medio ambiente, existe un coste para la sociedad porque ésta debe reparar el daño causado al medio ambiente. El público en general soporta así los costes, mientras que la persona que causa el daño recibe el beneficio de su actividad.

Esto se observa muy claramente en la crisis climática: Las emisiones de CO₂ son las causantes de la crisis climática y, sin embargo, no soportan el coste derivado del cambio climático. Por lo tanto, reclamar estos costes es la mejor manera de hacer realidad la sociedad respetuosa con el clima. Sin embargo, el tiempo apremia y también debemos recurrir a otros medios legales para acelerar la transición, como los valores límite. Estos dos medios son óptimos porque funcionan independientemente de la tecnología.

Por ejemplo, prescribimos cuántos gases de efecto invernadero pueden emitirse para la construcción y el funcionamiento de los edificios, reduciendo este valor límite de forma fiable y a lo largo de un periodo de años. El resultado es un marco previsible para la economía y también la posibilidad de encontrar nuevas soluciones a través de la innovación selectiva. Este modus operandi se aplica entonces a todas las áreas del negocio de la construcción y las empresas tienen la posibilidad de elegir por sí mismas las mejores soluciones.

Sin embargo, cuando se prescriben soluciones exactas se produce un escenario opuesto: tomemos como ejemplo un hormigón específico que emite menos CO₂. Si sale al mercado un nuevo hormigón aún mejor, hay que volver a cambiar la ley.

Si se descubre una nueva tecnología que utiliza menos hormigón pero que sólo puede aplicarse con el hormigón que emite más, la ley se convierte en un freno a la innovación.

Por tanto, las prohibiciones sólo deben utilizarse con gran moderación.

No obstante, igual de importante es la velocidad a la que puede producirse un cambio en la legislación. Como la experiencia nos ha enseñado, lo mejor es exigir cambios como parte del proceso ordinario de revisión de una ley. Un parlamentario individual puede hacer una petición de cambio en cualquier momento. Sin embargo, es probable que dicha petición se quede atascada en los molinos del proceso. La situación es muy distinta cuando las modificaciones se introducen en el marco de un proceso de revisión. En Suiza, por ejemplo, se está revisando actualmente la Ley de Protección del Medio Ambiente. En esta ley también se está debatiendo actualmente la introducción del mencionado valor límite para las emisiones de CO₂. Si esto tiene éxito, se abrirá una ventana de oportunidades para nuevas tecnologías respetuosas con el clima.

En la intrincada interacción entre innovación y legislación surge un delicado equilibrio que nos insta a esculpir leyes que faciliten el progreso en lugar de obstruirlo. A medida que nos adentramos en el terreno de la protección del medio ambiente y el avance tecnológico, se hace evidente que el camino ideal son las leyes basadas en principios liberales, que asumen los costes sociales de los daños medioambientales al tiempo que adoptan valores límite adaptables. Esta mezcla armoniosa, alimentada por revisiones meditadas y un equilibrio consciente entre prescripción y flexibilidad, tiene el potencial de abrir un futuro en el que la innovación prospere en el marco de leyes bien elaboradas.

Escrito por Swisscleantech en 4 de septiembre de 2023

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